Vestidos para la Madrina de Boda

Los vestidos para madrinas de boda deben ser elegidos siguiendo algunas de las reglas básicas del protocolo y la elegancia para que el producto final sea bello y adecuado al momento. La madrina es la figura femenina de mayor importancia en la celebración, después de la novia, y lleva sobre sus hombros la tarea de contener, respaldar, acompañar, consentir y ayudar a la novia en todo lo que el proceso implica, además de que debe brillar con todo su esplendor durante la ceremonia.

Los vestidos de madrinas de boda se caraterizan, en general, por un diseño simple que evite la competencia con el arreglo de la novia. De hecho, bajo ninguna circunstancia debe usarse el color blanco y es preferible evitar los colores beige, crudo, manteca o gris claro. La madrina debe elegir un color para su vestido que le siente bien al tono de su piel, el color de sus ojos y los accesorios que desea lucir.

Algunos colores recomendados son rojo oscuro, rojo, violeta, negro, negro y blanco, plateado o dorado. Estas opciones plantean vestidos fuertes y dramáticos que contrastan con la novia vestida de blanco a la vez que reflejan un ánimo festivo. Lo ideal es vestir un diseño en un solo color y liso, lo que lo hace más elegante y formal. Sin embargo, para bodas al aire libre o durante el día la madrina puede lucir un género estampado o tramado.

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