En el universo de las bodas hay muchas prácticas y costumbres que no se llevan ya a cabo, las cuales quedan a discreción de cada pareja, como la petición de mano, una tradición que se ha convertido en una formalidad netamente familiar.
Aunque originalmente la petición de mano era la negociación que se hacía entre el futuro esposo y el padre de la novia, hoy en día es, como hemos dicho, una tradición que se celebra entre el núcleo familiar de cada contrayente, como símbolo de respeto. Claro, actualmente no todas las parejas deciden celebrar una petición de mano...
Así que, en caso que tú y tu pareja han decidido celebrar la petición de mano, hay algunos detalles interesantes a tomar en cuenta, empezando por quienes asisten a la misma. Generalmente, el protocolo dicta que es una celebración entre la familia directa de cada contrayente, o sea, padres, hermanos y hermanas.
El lugar en el que se celebra puede ser privado o público (restaurante, bar, etc.), aunque en general es más adecuado que sea en la residencia de los padres de la novia, ya que los padres del novio son quienes llegan a pedir a la novia para su hijo. Por supuesto, no es necesario que sea algo muy estricto o formal, lo importante es que ambas familias se conozcan (si aún no han sido presentadas) ya que pronto emparentarán legalmente. Pueden aprovechar la velada para discutir detalles de la ceremonia o simplemente pasar un buen momento. Claro, es adecuado que hay algún espacio para que los contrayentes agradezcan a sus padres respectivamente...
Por último, no se acostumbra llevar regalos a los novios, más bien, entre ellos se dan un regalo significativo, que podría ser una joya para ella y un reloj para él, los cuales se intercambian en presencia del resto de la familia
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